Quizás el origen de la Psicosomática se sitúa en el momento en el que los seres humanos se comenzaron a hacer preguntas tales como:

¿Cuál es el sentido de esta enfermedad? ¿Cómo y cuándo comenzó? ¿Qué cambios me pide introducir en mi vida? ¿Para qué sirve la parte afectada del cuerpo; qué significa esto a un nivel metafórico? ¿Qué están señalando los síntomas? ¿Por qué aparece justo en este momento de mi vida?

Los médicos de la Antigüedad sabían que el cuerpo es sabio y “simbólico”, siendo la materia física el plano donde se plasman procesos energéticos, emocionales y mentales.

Sabemos, por ejemplo, que los médicos chinos, los sanadores de Asclepios y Seraphis en Grecia y Egipto tenían en cuenta el concepto de purificación del alma o detoxificación de emociones e ideas nocivas, como parte importante del trabajo terapéutico, junto con la limpieza y curación del cuerpo, que acompañaban con dietas y ejercicios.

Sin embargo, debido al enfoque materialista y cartesiano de la medicina, hemos tendido a olvidar, e incluso a excluir, la mirada incluyente y curiosa de la medicina antigua, que tomaba en cuenta no sólo los procesos visibles que subyacían tras lo desequilibrios físicos, sino también aquellas influencias invisibles a primera vista, pero no por ello menos reales.

Tal vez el creciente interés actual por la medicina psicosomática es una oportunidad de unir viejos y nuevos conocimientos que, integrados bajo un prisma integral, propicien a través de la observación de nuestros procesos físicos y enfermedades, la sintonía con el Ser esencial.

  • Sigmund Freud

Uno de los primeros en percibir y abordar la influencia de la psique sobre el cuerpo fue el médico neurólogo Sigmund Freud (1856-1939). Freud, fundador del Psicoanálisis, acuñó asimismo el término inconsciente, en referencia a aquella dimensión de nuestra psique que permanece oculta a la consciencia, fundamentalmente debido a la presión de nuestro entorno social y cultural.

Este pionero en el estudio del inconsciente apuntaba a la idea de que en esta dimensión sumergida de la psique se graba información que, al tener que ser negada y reprimida, más tarde emerge en forma de conductas exageradas y, por tanto, anómalas; conductas y patologías tales como compulsiones, neurosis, histeria, etc.

Freud percibió que gran cantidad de las patologías físicas eran en realidad manifestaciones del inconsciente en el cuerpo. Observó y comprendió que el mecanismo de represión que efectúa una parte de nuestra mente (el súper-ego) cuando concibe cómo psico–shock ciertas informaciones o vivencias, puede causar, más tarde, la somatización en el cuerpo de aquello reprimido.

Este psiquiatra nos legó otro importante concepto: el de energía psíquica; un concepto que, si bien no se pudo llegar a medir científicamente, se hace necesario para comprender la dinámica psicoenergética entre las emociones, el cerebro y el cuerpo. Esta teoría fue más tarde retomada por doctores como Hamer o Sellam.

  • C. G. Jung

Carl Gustav Jung, psiquiatra suizo (1875-1961) y discípulo de Freud, profundizó en la psique humana basándose en la Teoría del Inconsciente de Freud, para más tarde distanciarse del psicoanálisis e iniciar su propia investigación acerca del Inconsciente Colectivo y laSombra Psicológica, conceptos precursores de la Psicología Profunda y, más tarde, de la Psicología Transpersonal.

Según la teoría de Jung, el inconsciente colectivo alberga contenidos de carácter universal llamados arquetipos. Estos arquetipos representan a las múltiples manifestaciones religiosas, simbólicas y culturales de la Humanidad.

Jung manifiesta que el ser humano tiene un destino trascendente o “espiritual”. La perspectiva transpersonal sintoniza con este postulado, ya que contempla el camino de la vida como un proceso de ampliación de la identidad y re-cuerdode la dimensión esencial. En este sentido, las crisis que enfrentamos, incluidas las enfermedades y los desequilibrios, son contempladas como palancas de cambio y transformación, así como saltos hacia una expansión de la autoconciencia.

Jung nos legó, asimismo, el concepto de la Sombra Psicológica, un concepto que juega un papel importante en la psicosomática. En realidad, la “sombra” –es decir, aquellos aspectos sumergidos y rechazados por la psique–, interviene en la programación de cualquier patología: todo aquello que desde el nivel–persona juzgamos como “malo, perverso, contrario a lo moral, tabú, prohibido” es rechazado por la consciencia y, por lo tanto, retirado al inconsciente.

La idea de la psicosomática (como el Dr. Hamer averiguará y postulará años después) es que cuan mayor sea nuestra sombra psicológica, es decir, cuanto menos nivel de autoconciencia e integración de todas nuestras dimensiones y sub-personalidades tengamos, incrementarán las probabilidades de somatización de lo rechazado o reprimido en el sistema nervioso, y más tarde en los órganos físicos, pudiendo producir lo que denominamos como “enfermedades”.

  • Dr. Ryke Geer Hamer

El Dr. Ryke Geer Hamer es, sin duda, uno de los pioneros en la investigación clínica psicosomática.

Su investigación fue impulsada por la gran pérdida que supuso la muerte de su hijo, suceso que marcó profundamente tanto su vida como la de su mujer. Tras esta gran pérdida, Hamer desarrolló un cáncer de testículos, y su mujer recayó en varios procesos cancerosos, falleciendo finalmente en el año 1985 tras un infarto.

Estos acontecimientos impulsaron al Dr. Hamer a investigar la raíz psíquica de las células tumorales. Profundizó en el proceso dinámico de la energía emocional, tratando de comprender en profundidad su influencia en los órganos.

Describió Cinco Leyes Biológicassobre las que se sustenta la que pensó sería la medicina del futuro. Asimismo, sorprendió y desafió a la medicina convencional con el concepto del Sentido Biológico del Síntoma que posee toda enfermedad. Descubrió lo que puede denominarse como “La piedra Rosetta” de la medicina, al cartografiar cómo los impactos emocionales se concretan en el cerebro y en el cuerpo, según las capas embrionarias, etc.

Las investigaciones del Dr. Hamer son muy importantes para la Psicosomática Integrativa y le dedicaremos más atención en otro artículo, donde además conoceremos estas extraordinarias Cinco Leyes.

  • Claude Sabbah

El Dr. Claude Sabbah estudió con Hamer y fundó la Biología Total. Extendió y siguió profundizando en los descubrimientos de éste, desplegando una perspectiva terapéutica más moderna, amplia y menos mecanicista.

Aportó nuevos conceptos al relacionar algunos programas generadores de enfermedad con conflictos no resueltos en el árbol genealógico del paciente, especialmente cuando la persona desarrolla una enfermedad antes de los siete años de vida.

Al igual que le sucedió al Dr. Hamer, tan importantes descubrimientos y tan radical cambio de paradigma médico, le procuraron al Dr. Claude Sabbah muchas enemistades.

  • Cristian Fleche

Es creador de otra escuela de terapia psicosomática, llamada Descodificación Biológica Original. También heredero de la escuela del Dr. Hamer, viaja por todo el mundo impartiendo sus enseñanzas. Presenta un esquema de la energía psíquica:

  1. Un acontecimiento exterior es captado por los sentidos.
  2. Las percepciones (configuradas por nuestras “gafas de ver la vida” o filtro perceptivo) generarán una vivencia positiva, neutra o negativa de lo percibido.
  3. Si lo percibido es sentido y vivido como positivo, la energía psicoemocional se transformará en “recursos” y potenciará ciertas cualidades o aptitudes.
  4. Si lo percibido es vivido como neutro, la energía quedará disponible para otras funciones o quedará repartida, diluyéndose.
  5. Por el contrario, si lo percibido es sentido como negativo, la energía psicoemocional se podrá restituir, por ejemplo, contándole a un amigo la mala experiencia; expresándose artísticamente, gritando, realizando actividad, etc.
  6. No obstante, si la energía psicoemocional fruto de una vivencia “negativa” no encuentra salida ésta se codifica en el cerebro. El cerebro transmitirá entonces la orden a un tipo de células específicas, dependiendo del tipo de impacto psicoemocional, y éstas pondrán en marcha la patología correspondiente. Posteriormente, se activará el programa de enfermedad, proporcional y equivalente al psico-shock; y que se verá reflejado, finalmente, en forma de tumor, inflamación, eccema, etc.

Teniendo en cuenta este esquema, se puede afirmar que la clave está en la toma de conciencia del vínculo existente entre aquel acontecimiento exterior vivido y la enfermedad orgánica resultante.

  • Salomon Sellam

Este médico francés, diplomado en Medicina Psicosomática y Terapia de Relajación creó su propia escuela en Francia denominada Psicosomática Clínica Humanista. Es especialista en las memorias transgeneracionales de las enfermedades.

Gran conocedor de la medicina china, la numerología y de la Teoría del Inconsciente de Freud, profundiza asimismo en los desórdenes amorosos, con una visión muy particular e interesante acerca de los mismos.

El Dr. Sellam ha publicado numerosos libros en torno a la psicosomática, creando toda una enciclopedia sobre esta temática (Editorial Berangel). Aunque existen estudios previos, uno de sus aportes más significativos es la investigación sobre el Síndrome del Yacente: cuadro de síntomas que presentan los hijos no deseados, de sustitución o también llamados de reemplazo de personas fallecidas de la familia.

El Dr. Sellam postula que, acompañando a los pacientes con el Síndrome del Yacente en la vivencia y elaboración de su duelo, se consiguen resolver determinadas patologías asociadas al síndrome.

Sellam otorga gran importancia al Transgeneracional, así como a las fechas de nacimientos y muertes de los familiares. Para poder sacar a la luz aquellos programas transgeneracionales causantes de desequilibrios y enfermedades, destaca la importancia de la observación atenta en el acompañamiento al paciente: observación de las palabras que éste utiliza para explicar su situación o enfermedad –qué términos emplea y cómo los pronuncia–; anotación de los verbos psicomotores, etc. Tras estas observaciones se pueden descubrir “mensajes cifrados” acerca de la historia oculta en el inconsciente del paciente. Se trata de la historia desencadenante de la enfermedad, y cuyas raíces a menudo pueden remontarse a varias generaciones ulteriores.