Actualmente surgen nuevas evidencias científicas sobre la influencia de la mente y las emociones en la salud y el cuerpo físico. Son también cada vez más los especialistas médicos y profesionales de la salud que constatan este hecho y recomiendan cuidarse de forma integral. Asimismo, cada vez hay más nuevas disciplinas y enfoques terapéuticos, tales como la Reprogramación Integrativa Transpersonal, que buscan ampliar el autoconocimiento a través de la enfermedad, los síntomas y los desequilibrios en general.
El estudio de las correlaciones conciencia-psique-cerebro-cuerpo nos permite entender en mayor profundidad al ser humano y su funcionamiento. Al mismo tiempo, nos permite cuidarnos en salud y evitar gastos millonarios en farmacia.
Sin embargo, aún son pocos los intentos de trabajar y difundir seriamente este conocimiento; quizá por intereses económicos, o tal vez porque nos movemos en un “terreno de nadie”: demasiado psicológico para los que sólo tratan el cuerpo, y demasiado biológico para los que se dedican a la psique y la conciencia…
La Reprogramación Integrativa Transpersonal aspira a llenar este vacío para que todos – profesionales, clientes y público en general – podamos ser cada vez más conscientes de las conexiones e interrelaciones que existen entre la mente y el cuerpo.
La Reprogramación Integrativa nos permite, asimismo, descubrir cómo las enfermedades o disfunciones de cualquier tipo, no son tan sólo manifestaciones físicas de una determinada disfunción biológica, sino programas biológicos que, a través de los síntomas, nos traen un mensaje lógico, inteligente, oportuno y proporcional a las propias vivencias y biografía.
Este enfoque terapéutico no inventa nada nuevo, sino que recoge e integra conocimientos de otras fuentes. Cabe decir, no obstante, que es una disciplina viva y creativa, y apunta al futuro con nuevas investigaciones. Integra y reúne distintos enfoques del campo de la psicosomática, lo transgeneracional y la terapia sistémica; añadiendo el aroma y la visión de lo transpersonal. Esto es, concibe las crisis y las dolencias físicas como oportunidades de un mayor crecimiento y expansión de la autoconciencia.
El propósito de esta disciplina es la de aportar a las personas una perspectiva más amplia de su malestar y/o enfermedad. Desde esta perspectiva, quien se inicia en la Reprogramación Integrativa, puede comprender, por ejemplo, cómo un conflicto de supervivencia se ha transformado en una gastritis; un conflicto de protección causó una psoriasis en la piel; o cómo la pérdida de una herencia ha traído un programa de escasez económica que lastra una vida.
Así, la persona puede no sólo encontrar soluciones que contribuyan a una mejora en su salud, sino además ver ampliado su crecimiento interior, expandir la conciencia, vivir desde una mayor libertad y responsabilidad sobre los propios hábitos mentales o emocionales.
En este sentido, se puede afirmar que es posible reeducarnos, reaprender y liberar ciertos programas inconscientes, que lastran nuestro camino y disminuyen el bienestar.
Toda esta investigación y trabajo sobre uno mismo sigue unas leyes específicas que van más allá de un diccionario de órganos, emociones y síntomas. Es en realidad un apasionante camino de comprensión de la psique y la biología humana, así como una vía por la que ampliar la mirada transgeneracional, comprendiendo más profundamente la influencia de los antepasados en nuestras vidas.
Aunque pueda parecer un tanto complejo, con cierto estudio y práctica podemos empezar a cambiar nuestros propios programas. Y luego, si es nuestra vocación, podemos incluso acompañar a otros en su camino de transformación.
La Reprogramación Integrativa Transpersonal no pretende “curar” al paciente; ya que creemos que es la propia naturaleza la que aporta la fuerza curativa y benéfica, si la dejamos actuar, recuperando nuestra coherencia cardíaca: “vix medicae naturae”
El terapeuta en Reprogramación Integrativa acompaña a las personas en un camino de comprensión y autoindagación a través de sus enfermedades o conductas disfuncionales. En este camino, la persona puede descubrir las causas subyacentes a éstas, que pueden tener sus raíces en las memorias transgeneracionales o familiares, en la etapa perinatal o en la propia biografía.
La Reprogramación Integrativa reconoce e integra los hallazgos de las múltiples escuelas de medicina psicosomática, tales como la Medicina Germánica, la Biología Total, la Descodificación Biológica, la Psicosomática Clínica Humanista, la BioNeuroEmoción, etc., al tiempo que aporta la experiencia y conocimiento del ámbito de la Psicología Transpersonal.
Todas las mencionadas escuelas tienen en común, más allá de sus diferencias, la premisa central de que los conflictos no resueltos se “programan” o se graban en el inconsciente en diversos momentos del tiempo. Éstos se manifestarán más tarde como patologías físicas, mentales o conductuales. La sanación consistirá, por tanto, en re-codificar estas vivencias, des-programarlas o re-programarlas; para que la persona recupere su estado natural de salud.
Los propósitos concretos de la Reprogramación Integrativa son:
* Comprender el sentido biológico de la enfermedad;
* Abordar el síntoma como la manifestación de un conflicto psicoemocional previo;
* Identificar la emoción que yace tras el síntoma;
* Promover la toma de consciencia en la persona, para que ésta identifique aquellas creencias que le están generando conflicto, y pueda a su vez elegir un “programa de creencias” que le devuelva a un mayor estado de paz y salud.
* Acceder a dimensiones más profundas, así como ampliar la identidad al nivel transpersonal.
Para indagar con mayor profundidad en nuestros síntomas y disfunciones, podemos preguntarnos:
¿Cuál es el sentido que para mí tiene de esta enfermedad?
¿Cómo y cuándo comenzó?
¿A qué me obliga esta enfermedad?, ¿qué me impide realizar?
¿Qué significa la parte del cuerpo afectada y para qué sirve?
¿Qué están señalando los síntomas?
¿Qué necesidad biológica no satisfecha yace tras este conflicto (pegar, gritar, odiar, morder, huir)?
¿Por qué aparece justo en este momento de mi vida?
Los médicos de la Antigüedad sabían que el cuerpo es sabio y “simbólico”; y comprendían, asimismo, que en el cuerpo se plasman los procesos energéticos, emocionales y mentales que vivimos.
Tal vez el creciente interés actual por la medicina psicosomática es una oportunidad de unir viejos y nuevos conocimientos que, integrados bajo un prisma transpersonal, propicien a través de la observación de nuestros procesos físicos y enfermedades, la sintonía con el Ser esencial.
¿Estás preparad@?
Artículo publicado en: http://blog.escuelatranspersonal.com/reprogramacion-integrativa-transpersonal-una-herramienta-de-sanacion-y-crecimiento/