Raquel Torrent es psicóloga, terapeuta integral, coach, profesora de Desarrollo Personal y conferenciante internacional. Con veintiocho años de experiencia integrando técnicas científicas y místicas, es especialista en el tratamiento de enfermedades psicosomáticas y creadora de la Formación Integral y de la Formación de Terapeutas en Positioning. Es directora de la Agrupación Española de lo Transpersonal; fundadora y presidenta de honor de la Asociación Integral Española y de las Jornadas Integrales. Como escritora, difunde los postulados de Ken Wilber y otros autores en la búsqueda de la integración de Oriente y Occidente, así como de la mística, la filosofía perenne, la psicología y la ciencia más vanguardista.
¿Quién es Raquel Torrent?
Por este orden:
1) Una chispa divina en un mar de luz.
2) Energía en movimiento.
3) Un ser consciente de su existencia, que elige encarnarse para apoyar la evolución del cosmos del que todos formamos parte.
4) Un cuerpo sano de mujer en forma de guitarra.
5) Una emoción entusiasmada.
6) Una mente curiosa que vive en plenitud, aunando inmanencia y trascendencia.
7) Un alma inquieta y en paz, que cada día nada con su espíritu.
¿Por qué te llaman «la Ken Wilber española»?
Esta afirmación me hace sonreír, porque me suena como el rumor de la ola, que suena a mar, y en cambio no es el mar. Si alguien opina así, gran honor que me hace, pues Ken Wilber es uno de mis filósofos preferidos. Tanto que, gracias a conocerle en persona, cumplí el sueño de mi vida. Incluso hoy en día, puedo decir, sin pudor, que somos amigos. Es, sin duda, mi mentor, y además uno de los pensadores más grandes de nuestra era, creador de la teoría integral.
Varias personas que asistieron a mis conferencias, cursos y seminarios desde el año 84 en adelante, donde explicaba con pasión teorías y visiones sobre la evolución, la conciencia y el desarrollo personal, me decían que mi forma de pensar y sentir era como la de Ken Wilber; y yo aún no había leído, en aquellos años, sus veintitrés libros, que la editorial Kairós ha tenido a bien publicar en castellano. Por eso, cuando leí a Ken por primera vez me impactó tanto. ¡Veíamos la realidad desde la misma cantidad de perspectivas! ¡Y con el mismo tono emocional que yo hubiera utilizado para expresarlas!
Corría el año 2003 cuando generé las Primeras Jornadas Ken Wilber, en la Universidad Complutense de Madrid, para dar a conocer su obra y reunir a los apasionados por su carisma. Desde entonces, todos los años se han repetido las Jornadas en diversos puntos de España. En 2005, creamos la Asociación Integral Española, de la que fui presidenta. Supongo que habrá sido esto y los artículos y entrevistas a Ken, y sobre su teoría integral durante estos años, lo que habrá hecho que algunos me coloquen ese título.
¿Qué es la psicología integral y qué aporta?
Dentro del marco de la teoría integral, la psicología integral trata al paciente, no desde la patología, sino desde el conflicto y la potencialidad que la persona tiene de mejorar su propio estado y, más allá, elevar su nivel de conciencia, incluyendo y trascendiendo una realidad cada vez más amplia y compleja. En este sentido estaría cercana a la psicología positiva. Tiene en cuenta no solo la dimensión cognitiva, sino también la corporal, emocional, cultural, social y espiritual. Busca la armonización y el equilibrio de todas estas dimensiones del ser humano.
¿Qué es el Modelo Integral y qué aplicaciones tiene?
La teoría integral es más que un modelo, pues se puede aplicar a todas las cosas (de ahí que Wilber titule uno de sus libros Una teoría de todo). Se trata de una escuela de filosofía que aúna todas las visiones del mundo (Oriente y Occidente, ciencia y religión, premodernismo, modernismo y posmodernismo). En otras palabras, se trata de unas gafas para ver la realidad al completo, o «desde la mayor cantidad de perspectivas posibles». De ahí que pueda aplicarse en toda clase de disciplinas, desde la política a la psicología, pasando por la medicina, la espiritualidad, la filosofía o el arte.
Para la teoría integral, la evolución no se limita a los parámetros externos que podemos observar, medir, cuantificar e incluso institucionalizar o legislar, sino que abarca también los aspectos internos, como la cultura y la conciencia, que conformarían los cuatro cuadrantes de la realidad en la teoría integral, o cuatro perspectivas desde las que analizar, reconocer o vivir la existencia. Hay, según Wilber, otros cuatro elementos para poder ver la realidad al completo (líneas, niveles, estados y tipos).
¿Qué es una «experiencia cumbre» o «experiencia de unidad», y por qué es importante en la actualidad?
Si alguna vez te has sentido pleno, con una sensación de que toda necesidad o deseo estaba cubierto y de que formabas parte de todo lo que existe, entonces has tenido una «experiencia cumbre». Es un término acuñado por Maslow, como frontera sutil que marca la diferencia con nuestro estado habitual, y que nos da una experiencia de unidad de carácter casi místico. Nos sentimos todo y parte a la vez. El tiempo lineal, como lo concebimos, se para, pues no hay recuerdo de pasado ni proyección de futuro. Es la pura vivencia del aquí y del ahora, solo que con los límites expandidos más allá de la simple conciencia cognitiva y en una experiencia integral, aunque pasajera, pues se trata solo de un «estado» (uno de los cinco elementos que componen la teoría integral).
En la medida en que consigamos que una experiencia temporal se haga habitual, comprenderemos que lo único real es el aquí y el ahora. Experimentar la «cumbre» en el valle diario de la vida nos daría más conciencia de la interdependencia entre los seres humanos, y ampliaría la responsabilidad, el respeto por la vida, la solidaridad y la alineación con el impulso evolutivo.
¿Qué es la «falacia pre-trans»?
El error que se produce cuando pretendemos considerar algo (persona, situación o etapa de la historia) como espiritual cuando ni siquiera ha existido un proceso de aprendizaje natural y concienciación madura y, por tanto, se encuentra en estado pre-personal.
Así, los niveles míticos pueden ser confundidos con los niveles superiores o transpersonales. Esta falacia suele darse en personas que no han pasado por experiencias reales de madurez, tanto personal, como familiar y laboral, y pretenden o se creen muy espirituales porque han hecho un curso de «transpersonal».
¿Cuáles son básicamente los niveles de conciencia?
Dependiendo del autor, tendremos de 7 a 12 niveles. Si definimos conciencia como la lucidez integral o iluminación de la que hablan la mayoría de las tradiciones espirituales, podemos encontrar aún más estados (hasta 22). Si, en cambio, vemos la conciencia como un vector evolutivo que nos impulsa a crecer y avanzar, desde lo pre-personal a lo transpersonal (como hace Wilber), entonces tenemos 12 niveles, manifestados en diferentes líneas de desarrollo (cognitiva, valores, identidad, sexual, corporal), y en diversos colores, del infrarrojo a la Clara Luz, presentados en tres grupos: niveles de primer, segundo y tercer grado, dependiendo de la profundidad y altitud que haya alcanzado la persona. El tercer grado está compuesto, exclusivamente, por niveles transpersonales.
¿En qué se diferencian de los estados de conciencia?
El mayor problema que el ser humano ha encontrado en la práctica de la religión y en el desarrollo de su dimensión trascendente es la confusión entre estados (temporales) y niveles (semipermanentes). Muchos maestros espirituales de la Humanidad, o un monje tibetano de meditación diaria, han podido tener acceso al más alto «estado» espiritual (en contacto con la Clara Luz) y, en cambio, encontrarse en un nivel bajo o medio en algunas de las líneas del desarrollo de la conciencia. En otras palabras, que un estado elevado no implica un nivel elevado.
¿Para qué sirve catalogar esos niveles de conciencia?
Para que sepamos dónde nos colocamos en nuestra vivencia de la realidad. En los viajes siempre necesitamos dos puntos: origen y destino. En el desarrollo de la conciencia, el destino puede ser el conocimiento de uno mismo, el aprendizaje de la gestión propia. Cuando sabemos en qué nivel (de qué grado) estamos, podemos utilizar el mapa para ir conociendo el territorio de la realidad, y vivirla con mayor conciencia e intensidad.
¿Es necesaria la psicoterapia para vivir una espiritualidad sana?
Sin duda. El hecho de que una persona medite muchas horas al día durante años no garantiza que tenga a sus bárbaros fuera del sótano, como Wilber denomina a los aspectos negativos de la personalidad (a los que Jung llama «sombra»). Es vital que los niveles transpersonales no sean utilizados como herramientas evasivas de la realidad. Hay muchas personas que necesitarían tratar aspectos no resueltos de su infancia, adolescencia y adultez porque no los tienen integrados de manera sana, ni en su interior ni en su conducta.
¿Qué es un by-pass espiritual y por qué es peligroso?
Tiene que ver con la «falacia pre/trans». En el proceso evolutivo, tanto las personas como los valores y las sociedades humanas comenzamos por el nivel pre-personal para después desarrollar un período de afirmación personal, desarrollo de la identidad propia, trascendencia de lo establecido y autorrealización en el mundo. Y desde ahí pasar a la integración de todos los aspectos positivos y negativos de la personalidad, trascendencia e inclusión de todos los niveles anteriores y aceptación de la realidad cuando no puede cambiarse. Paz y vivencia en el aquí y el ahora. Cuando pretendemos saltarnos un paso, el resultado es que no estamos completos, y nunca podremos experimentar la plenitud de la Integralidad, pues habremos realizado un by-pass espiritual, que resulta peligroso porque la persona vivirá engañada, consciente o inconscientemente, sin haber pasado por el necesario desarrollo del Ego.
¿Cómo se armonizarían la espiritualidad y la política?
Armonizar esas dos dimensiones en una Cultura de Valores de Primer Grado de Conciencia resulta imposible, puesto que nuestra política está basada en dirigentes y oposición: «Dime qué dices, que me voy a oponer». Hasta que los políticos no formen una comunidad espiritual, no será posible integrar ambas cosas de una manera real. Se puede intentar ir introduciendo más conciencia espiritual en los medios políticos; aunque, si en vez de vivirlo como espiritualidad lo viven como religión, el gobierno y organización de las sociedades humanas se verá perjudicado en el trato de la totalidad humana.
¿Dónde se separaron la espiritualidad y la psicología? ¿Es bueno que estén unidas?
La psicología surge de la filosofía, que fue, originariamente, la manera en que los humanos nos cuestionábamos nuestra existencia. En esa existencia se encontraba implícita la espiritualidad (nuestra manera de mirar a algo superior y desconocido, y en cambio presente en sus efectos). Los pensadores se preguntaban los porqués de ciertas conductas, e investigaban sobre virtudes y «fallos». Primero fue la filosofía la que se separó de la espiritualidad. El intelecto y sus funciones se convirtieron en una capacidad más venerada que el espíritu. Por su parte, la psicología termina por olvidarse de la trascendencia humana, y se convierte en una ciencia experimental. Tratar al ser humano con la distancia de una máquina es irreal y evolutivamente inútil. La evolución necesita ser integral.
¿Cómo definirías la filosofía de vida «integral» y a quién se la recomiendas?
Todo el mundo se beneficiaría de mantener una práctica integral de vida, que es la filosofía integral aplicada a la vida diaria. Se trata de dar un tiempo y un espacio todos los días del año al cuerpo, las emociones, la mente, el espíritu y el trabajo con la sombra.
¿Qué es Positioning?
Se trata de mi propio método psicoterapéutico integral, después de veintiocho años de éxitos terapéuticos. Creé Positioning como legado, para que la gente se beneficie de esta metodología que ayuda a las personas a mejorarse personal y profesionalmente, desarrollando la conciencia de su Conciencia.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Terminar el libro Positioning, que espero que se publique para la primavera del 2016. Y preparar la segunda promoción de la Formación de Terapeutas y la 23 edición de la Formación Integral.
http://raqueltorrent.blogspot.com.es
Entrevista publicada en la Revista Esfinge en octubre 2015