Diálogo entre Andrew Cohen y Ken Wilber.

Andrew Cohen y Ken Wilber debaten en el libro «Libertad de Cara al miedo», sobre el desafío de mantenerse conectados con una perspectiva espiritual elevada mientras la propia supervivencia de la humanidad pende de un hilo.

 Andrew Cohen: La mayoría de las personas están conscientes de que estamos en una crisis global. En este momento en particular, por supuesto, estamos más conscientes de la gran crisis financiera, pero esto está sucediendo en el contexto de otros peligros que se vislumbran –la amenaza del terrorismo, el desafío climático y la destrucción de nuestro ambiente natural, por nombrar sólo algunos. Pero pensé que podríamos aproximarnos al tema desde una perspectiva levemente distinta y mirar la relación individual, subjetiva, existencial, intelectual, emocional y espiritual con la crisis.

He pensado bastante en este tema, y he hecho algunas observaciones interesantes en mí mismo y otras personas. He notado que lo que sucede cuando los seres humanos se asustan es una profunda contracción en el ser. Cuando nuestro estilo de vida y nuestra sensación de libertad son amenazados, no sólo hay una contracción emocional sino también una contracción intelectual, filosófica y espiritual.

Ken Wilber: Eso es correcto. Los tiempos de crisis tienden a agravar la contracción del ser.

EL IMPACTO ESPIRITUAL DE LA CRISIS

Andrew Cohen: Todas las formas de espiritualidad mística están basadas en una experiencia directa o la aprensión a lo limitado –una libertad primordial, una expansión infinita, una plataforma eterna de todo lo que es. Y cuando tenemos esa clase de experiencia, cuando nos volvemos conscientes de cualquier “no limitación”, eso afecta dramáticamente la forma en que pensamos sobre lo que significa ser humano. Tú y yo hemos hablado bastante sobre la fricción misteriosa y milagrosa que ocurre cuando el sentido inherentemente limitado del ser individual comienza a despertar a esa dimensión de la realidad que es absolutamente sin límites. Es la fricción entre lo ilimitado y lo limitado que da nacimiento al éxtasis espiritual y a la inspiración espiritual y las perspectivas espirituales. En la espiritualidad evolucionaria, ese sentido de no tener límites es experimentado no solo en el primordial Fundamento del Ser, más allá del tiempo y de la forma, del que hablan las tradiciones místicas, sino también en el mundo del tiempo y la forma a través de un despertar directo hacia lo que yo llamo el impulso evolucionario mismo.

Ahora, hablando más generalmente, cuando los seres humanos son amenazados en su nivel de supervivencia –ya sea por la guerra, la enfermedad, el calentamiento global o el Apocalipsis- tiende a haber una contracción.

Cuando nos preocupamos por la supervivencia, dejamos ir nuestra perspectiva espiritualmente despierta e iluminadamente evolucionaria y simplemente nos preocupamos de nuestro propio bienestar. Perdemos, literalmente, contacto con la luz. Y haciendo eso, perdemos contacto no solo con la apertura infinita y la libertad inherente del Fundamento del Ser, nuestro potencial para evolucionar conscientemente. Entonces yo he pensado que puede ser bueno para nosotros que hablemos un poco de cuán importante es dejar que eso no suceda nunca, sin importar lo que pase con nosotros. Pienso que es crucial que las personas entiendan que el instinto de supervivencia aparece naturalmente en nosotros ¡porque hemos estado sobreviviendo todo tipo de crisis por cientos de miles de años!

Pero el instinto de evolucionar, como está comenzando a es muy nuevo. Para la mayoría de los seres humanos es una consciencia apenas emergente. Entonces, este instinto nuevo debe ser protegido y nutrido, y no debemos dejar que quede enterrado debajo de todo el miedo.

Ken Wilber: Pienso que eso es correcto. Los temas que tú señalas son realmente cruciales en este momento, dado el sentido de carencia en nuestro mundo, la sensación de que algo está faltando, la sensación de estar asolado por la pobreza.
Una manera útil de mirar esto es a través de la jerarquía de necesidades de Maslow. Abraham Maslow descubrió empíricamente que las personas son motivadas por alrededor de media docena de necesidades fundamentales, las que representó como una pirámide con las necesidades más básicas en la parte inferior de la pirámide. Las necesidades humanas están divididas en dos grandes tipos de motivación, las que llamó necesidades deficientes y necesidades de ser. Las necesidades deficientes son necesidades que están motivadas por una carencia y desde las fisiológicas a la auto-realización, son necesidades deficientes.
Pero Maslow descubrió que luego de que las necesidades de auto-realización son satisfechas, emerge una clase completamente diferente de motivación – una motivación que no está motivada por la carencia sino por la abundancia. Llamó a estas necesidades de ser –y la necesidad de auto-trascendencia era el ejemplo que utilizaba.

Entonces, el punto esencial en tiempos de crisis, como has estado diciendo, es no dejar que las circunstancias agraven la contracción del ser y ocasionen una regresión desde las necesidades de ser a las necesidades deficientes. No dejar que esa amplia dimensión de motivación por la auto-trascendencia, e incluso la auto-evolución, se pierda y retroceda hacia la auto-estima, el sentido de pertenencia o las necesidades de seguridad.

Andrew Cohen: Especialmente porque esa necesidad de evolucionar conscientemente es algo tan nuevo, apenas apareciendo en la punta de la pirámide, es demasiado fácil perder contacto con ella.

Ken Wilber: El nivel de miedo es realmente una suerte de marcador de cuán identificado te sientes con el ser individual, simplemente separado. Los Upanishads dicen: “Donde hay otro, hay miedo”. La consciencia más elevada –la consciencia de la no dualidad, de la esencia- trasciende el sentido de separación que es inherente en la dualidad sujeto-objeto. Los individuos motivados por necesidades de auto-trascendencia, necesidades de ser, se sienten a sí mismos como uno con la manifestación. Los Sufíes lo llaman la Identidad Suprema. Y está lo que en el Zen llaman dejar el cuerpo-mente, donde ya no estás más identificado sólo con el cuerpo-mente individual, entonces el miedo se cae también, porque hay mucho menos preocupación por el destino de este organismo individual. Aun si permitimos que los tiempos de crisis reactiven la auto-contracción y permitan una regresión hacia el primer estrato o las necesidades deficientes, entonces estamos permitiendo que estas condiciones nos alejen de la consciencia Cósmica hacia las estructuras de valor más bajas. Desafortunadamente, esa es una de las cosas principales que suceden durante tiempos como este.

Andrew Cohen:  Cierto. Yo aliento a las personas que están leyendo esta conversación a que presten atención a este movimiento en ellos mismos, que miren de cerca sus propias respuestas a las circunstancias. Yo me vi a mí mismo descender literalmente desde lo que has estado llamado necesidades de ser y bajar directamente a un nivel de supervivencia. De repente, todo a lo que he dedicado mi vida y todo por lo que estoy viviendo – la evolución de la consciencia y de la cultura y la gloria inherente de esto en cada momento- pareció desaparecer. Me encontré a mí mismo pensando: “No tiene sentido hacer esto. Sólo necesitamos encontrar una forma de salir de esta crisis”. Me tomó alrededor de tres o cuatro horas volver a estar en contacto con la belleza y la gloria de lo que siempre me ha motivado.
Me gustaría que las personas piensen sobre esto, que pasen algo de tiempo prestándole atención a esos momentos cuando hacen este descenso hacia el miedo y vean cuán diferente se empieza a ver el mundo. Verlo en la experiencia personal de cada uno. Estas vueltas internas pueden suceder muy, muy rápidamente, especialmente si nos enfrentamos con crisis verdaderas. Lo que necesitamos aprender a hacer, porque estamos enfrentando una crisis verdadera, es no perder la perspectiva y no perder contacto con esa dimensión profunda de nuestra experiencia que no es relativa y que siempre ha sido más importante que cualquier otra cosa.

Ken Wilber: Es crítico. Es por eso que en estos tiempos nuestra práctica espiritual se vuelve esencial. Realmente tenemos que desarrollar una consciencia elevada de nuestros propios mecanismos internos y saber qué es lo que puede apartarnos de estar anclados en esta consciencia incalificable, sin tiempo, y retrocedernos a un modo contraído de supervivencia. Eso es realmente importante, porque existen algunos temas serios de supervivencia en este momento.

Andrew Cohen: Absolutamente. La razón por la cual es tan importante es que cuando descendemos por la escalera del desarrollo, no es sólo la experiencia que sentimos la que se contrae; también lo hacen nuestras perspectivas y nuestros valores. Perdemos contacto con lo más elevado, con lo que tiene gloria inherente, y nos contraemos a una orientación de vida de mucho temor.

Ken Wilber: Sí.

Andrew Cohen: A menudo, los seres humanos que son capaces de hacer una diferencia en estos tiempos, son aquéllos que son capaces de ver estas crisis tan reales y eventos globales dentro de un contexto amplio de desarrollo –verlo como parte de un proceso mayor, que en sí mismo es indestructible. No perder contacto con esa perspectiva es crítico, porque el problema es que cuando perdemos contacto con la perspectiva más amplia, perdemos contacto con la mejor parte de nosotros mismos. Ese es el gran desafío en tiempos como estos.

Ken Wilber: Hemos visto mucho de eso individualmente, culturalmente y a nivel planetario.

Andrew Cohen: Por eso es tan cierto lo que dijiste sobre la importancia de la práctica. Creo que uno tiene que ser un héroe espiritual para poder mantener un ojo en la plataforma sin tiempo de la conciencia misma y en esta perspectiva evolucionaria cósmica más amplia. Uno necesita tener un profundo samadhi, un foco poderoso, una estabilidad de propósito, una perspectiva amplia, un panorama evolucionario –y todo esto necesita ser cultivado.

Ken Wilber: Es por ese motivo que estos tiempos son oportunidades, en ese sentido, para ser capaces de encontrar esta consciencia de ser incluso en las nieblas de la auto-contracción de supervivencia y ser capaces de asegurar esa presencia incalificable, infinita, gozosa, radiante y sin tiempo en nosotros mismos, aun cuando vamos tomándonos seriamente los temas de nuestro mundo manifiesto que necesitan ser atendidos. Eso no significa decir que solo queremos estar en contacto con valores espirituales e ignorar la crisis. Estamos hablando de estar en contacto con ambos –con el samsara y con los problemas que están sucediendo allí y con nirvana, que es la gran liberación suprema.

Andrew Cohen: También queremos estar conscientes del impulso evolucionario, de la chispa creativa de éxtasis que despierta en consciencia, la aspiración de evolucionar y de desarrollarse que es motivada por una clase de urgencia utópica. El desafío no es sólo no perder contacto con el primordial y atemporal Fundamento del Ser; es también no perder contacto con ese impulso utópico, esa aspiración de manifestar perfección.

LA NUEVA ERA Y EL APOCALIPSIS

Andrew Cohen: Tú sabes, hay muchas personas que dicen que es necesario un colapso completo hará que lo nuevo pueda emerger, y entonces de las cenizas puede ocurrir una regeneración extraordinaria. No me refiero solo a los apocalípticos fundamentalistas. Me refiero a personas que son generalmente bastante progresistas en sus puntos de vista. Pero yo no estoy de acuerdo con esa forma de pensar. ¡Si todo colapsa, vamos a tener que luchar sólo para regresar al lugar en donde estábamos, y más aún para avanzar! Pero demasiadas personas de orientación espiritual tienden a pensar de esta manera, y yo creo que es un poquito inocente, sino incluso peligroso.

Ken Wilber: La noción de que va a haber un colapso social completo y que luego va a crecer el amor y la compasión que nos va a reunir nuevamente es infantil. Es un pensamiento adorable, pero es altamente inocente y muy poco práctico. Lo que ese tipo de colapso realmente hace es lanzar a los seres humanos hacia abajo en la escala de desarrollo, hacia abajo al primer estrato –a las necesidades fisiológicas, de seguridad, necesidades de supervivencia. Si hubiera un colapso mundial, seríamos lanzados hacia abajo en la escala de las formas tecnológicas de existencia. Estaríamos en las calles recolectando comida. Luego tendríamos que aprender como cultivar comida nuevamente y pasar de la horticultura a la agricultura, y luego desarrollar maquinaria y lentamente buscar nuestro camino de vuelta hacia la era industrial y desde allí a la era de la información. Entonces, la idea de que de alguna manera un colapso completo va a deshacerse justo de las cosas malas y va a dejar todas cosas buenas implícitamente en su lugar es un poquito loca.

Andrew Cohen: Es como cuando un mito de la Nueva Era se encuentra con una perspectiva apocalíptica tradicional.

Ken Wilber: Ahora, si miramos la historia humana, vemos que los seres humanos casi nunca han actuado con suficiente previsión y sabiduría como para cambiar el curso de los problemas mundiales antes de que ocurra algún tipo de catástrofe. Usualmente, algo tiene que enfermarse antes de que le demos suficiente atención para arreglarlo. Entonces, es de allí de donde sale esta idea del colapso. Pero es irracional exagerar y decir que tiene que ser un colapso total antes de que algo vaya a cambiar.

Andrew Cohen: O incluso peor, decir que ese colapso va a pavimentar el camino para esta renovación extraordinaria.

Ken Wilber: Sicológicamente, eso simplemente no sucede. Tecnológicamente, no sucede. Y culturalmente, tampoco sucede. Espiritualmente, el ego tiene que fracasar para que el satori avance, y así sucesivamente. Pero eso es bastante diferente de que colapse el mecanismo completo de la cultura. Eso no va a generar amor y paz –va a generar guerras por la supervivencia, agresión, rabia, odio.

POR EL BIEN DE LA EVOLUCION MISMA

Andrew Cohen: Tú sabes, a pesar de lo mal que se ven las cosas, Yo también siento –y por supuesto puedo estar equivocado- que de una u otra forma vamos a salir de esto. Parece haber tal sentido de buena voluntad, positivismo, pasión por la vida e ingenuidad en el espíritu humano, y aún más desde la elección de Obama. Siento tan fuertemente en mí que no parece que vamos a dejar este planeta muy pronto. No es seguro que vayamos a superar la crisis, pero yo siento que eso es más probable que cualquier otra cosa. Nuestra voluntad de supervivencia y nuestra capacidad de innovación son tales que intuitivamente se siente como si fuéramos a encontrar el camino.

Ken Wilber: Personalmente, creo que es el caso. Creo que esas circunstancias donde es casi un hecho –no un colapso completo, pero tiempos económicamente estresantes- pueden ser parte del estrés evolucionario que ayuda a la humanidad a darse cuenta de la necesidad de unirse. Una de las buenas formas de mirar nuestro predicamento presente es que la crisis ecológica es básicamente la primera crisis mundial, la primera que afecta a cada hombre, mujer y niño sobre el planeta. Ese tipo de crisis no había sucedido antes, y lo que está empezando a mostrarnos es que, en términos de la evolución de las estructuras sociales, hemos alcanzado el límite de lo que la nación-estado puede hacer.

Hay tres cosas que las naciones-estados ya no pueden controlar: 1) los temas climáticos mundiales en los grandes denominadores del planeta completo; 2) los temas monetarios por sí mismos y 3) no pueden controlar la guerra. Entonces, esos temas están empujando de forma evolucionaria contra las limitaciones de nuestra manera actual de organizarnos socialmente. Van a emerger nuevas formas de organización social que son globales y planetarias. La globalización, tanto en su sentido negativo como positivo, está aquí, está sobre nosotros y realmente está mostrando que se necesita una transición hacia la siguiente forma de organización humana, una que tendrá que incluir una suerte de federación mundial.

Andrew Cohen: ¡Qué emocionante!

Ken Wilber: Y tener temas globales en su corazón. Entonces, estamos justo en el comienzo de eso, y es un período de la evolución espiritual que asusta y emociona. Es uno de los lados positivos de la crisis.

Andrew Cohen: Por supuesto. Pienso que avanzaremos bastante hacia el futuro antes de que algo así suceda. Pero no estoy hablando de toda la humanidad uniéndose en algún tipo de armonía perfecta. Sólo estoy diciendo que es muy raro o al menos no se ha escuchado que algún grupo de individuos se reúna solo por el bien de la evolución misma, sin ser empujado por ningún conflicto. Generalmente, lo que ocasiona que trascendamos nuestras diferencias y nos unamos son las crisis, no estos motivos altamente espirituales.

Ken Wilber: Eso es correcto.

Andrew Cohen: Comenzamos a entender que la mera supervivencia no es el motivo por el cual estamos aquí. Consciente e intencionalmente tratando de evolucionar, individual y colectivamente, por la evolución misma del proceso creativo completo, es lo que infunde a la vida humana con un propósito y un significado más elevados. ¡Y qué mundo tan extraordinario podemos crear cuando estamos en contacto con esta mejor parte de nosotros mismos!

Traducción: Bárbara Partarrieu

Extractado de: mundonext.com/libertad-de-cara-al-miedo/