Cuando hablamos de lo transgeneracional es inevitable hacer referencia al fenómeno llamado “reparación”, que vendría a ser el resultado de la transmisión de la información vivida por un ancestro a un descendiente. ¿Con qué fin? Con el de que éste retorne el equilibrio al clan. Cabe recordar que el objetivo del inconsciente biológico es la supervivencia, el equilibrar los excesos para mantener la vida.

Veamos las maneras más usuales de reparación: imitación y oposición.

  1. Por imitación o repetición. Por ejemplo, si soy doble de mi abuelo, cuyo drama era el alcoholismo, yo también seré alcohólico o adicto.
  2. Por oposición. Si él era alcohólico, yo no tocaré ni una gota, odiaré a los alcohólicos, o seré de la Liga Anti alcohol…

Estas transmisiones de información se “convierten” en fenómenos físicos, psíquicos o conductuales.

Las cinco reparaciones que condicionas tu vida:

  • 1) La enfermedad física. Puede ser que el drama del ancestro lo viva psicológicamente (por ejemplo, un abuelo que mató a su hermano durante la guerra) y el descendiente lo convierte en algo orgánico: tiene un brazo más corto que otro.
  • 2) Un síntoma psíquico. Siguiendo el ejemplo anterior el descendiente lo convierte en síntoma psíquico, por ejemplo: no soporta la mínima violencia, que le pone fuera de sí.
  • 3) La profesión y lo económico. En el próximo tema veremos lo que reparamos con algunas profesiones. En general, afirmamos que la gente que está reparando no gana dinero por mucho que trabaje. Un ejemplo de este tipo de reparación sería la de un bombero que tiene pasión por su trabajo y hace horas sin cobrarlas (atención a los excesos, que son manifestaciones de la sombra). La raíz del conflicto es que su familia perdió una gran fortuna en un incendio de su fábrica de seda, donde incluso hubo muertes. Él consultante es bombero y hace más horas de las que tiene estipuladas, dado que hay una implicación sistémica e inconscientemente está reparando. Cada vez que sale a apagar un fuego, va a apagar la fábrica familiar y de este modo, descarga la energía sombría del transgeneracional.

Cuando tomamos conciencia de que estamos reparando un drama familiar, a través de nuestra profesión, se presentan dos caminos: a) considerar que ya hemos descargado suficiente y nos dedicamos a otra cosa. O b) continuar en la misma profesión, pero con plena conciencia y sin excesos. Aquí nos colocamos en otra posición psicológica y, curiosamente, empezamos a ganar dinero.

  • 4) El comportamiento. Hay comportamientos “extraños” que no podemos calificar de patologías, pero son claramente síntomas transgeneracionales. Por ejemplo, encontramos un buceador aficionado que se pasa horas y horas en el mar, que incluso en sus días libres sigue buceando. Indagando en su árbol vemos que su abuelo murió en un barco naufragado y nunca se recuperó su cadáver. Por lo tanto, no se pudo hacer el duelo: inconscientemente, el nieto bucea, buscando a su abuelo. Aquellos progenitores que no son capaces de reparar, de hacer su trabajo de “digestión” de los dramas de su generación, lo transmiten inconscientemente a sus hijos. Otro ejemplo: el mayor drama de un hombre, ahora abuelo, es no haber estudiado y siempre lo deseó sin conseguirlo. Siente que su vida fue un fracaso. Su hijo, padre de nuestro consultante, repite la misma historia: también hubiera querido estudiar, pero no se pudo y siguió la misma estela de su padre. Llegamos al nieto, nuestro consultante, que ha hecho tres carreras y un máster.
  • 5) Árboles espejo.Son muy curiosos e indican que somos menos libres de lo que pensamos. Y que, a veces, tiene “más interés en casarse” el árbol, para repararse, que yo. Casi siempre el drama está en la tercera generación y la persona reparadora vive en una total incongruencia. Por ejemplo, una persona que siente un gran bloqueo a la hora de ganar dinero. Indagando en su historia familiar, vemos que el abuelo paterno era pobre y que el materno era rico, pero que se arruinó. Nuestro consultante es doble de ambos abuelos.

Y existen árboles espejo invertidos. Por ejemplo, en un lado tenemos la familia de mi madre cuya madre quiso tener muchos hijos y solo pudo tener una chica. Y en la rama de mi padre tenemos una madre que quiso tener hijas y tuvo cuatro hijos. Entonces a través de mi padre y mi madre, los dos árboles invertidos se equilibran.